El panorama publicitario está evolucionando a un ritmo sin precedentes, influido en gran medida por dos factores: los cambios demográficos y la fragmentación de los medios de comunicación. Los cambios en la población están creando una base de consumidores más jóvenes, más diversos y más conocedores de la tecnología. Pero conectar con ellos se ha vuelto más complicado debido a la explosión de opciones de visualización. El público se desplaza sin problemas de una plataforma a otra para ver y comentar sus programas favoritos. La friolera del 86% de los propietarios de teléfonos inteligentes en Estados Unidos afirman que utilizan sus dispositivos como segunda pantalla mientras ven la televisión, y casi la mitad lo hace todos los días.
Para comprender cómo están interactuando con el público y maximizar la eficacia de los anuncios, los anunciantes necesitan optimizar y medir la audiencia, la repercusión de la marca y el impacto de las ventas con métricas comunes en todas las pantallas. Afortunadamente, existen soluciones de medición de datos que permiten optimizar el alcance y la resonancia para obtener la mayor reacción. Estas "tres erres" -alcance, resonancia y reacción- como marco de eficacia del marketing son una forma sencilla pero potente y, lo que es más importante, probada, de comprender el rendimiento de la publicidad.
Hogares con TV por raza/etnia, 1995 a 2014
No sólo están evolucionando los hábitos televisivos, también se está transformando la audiencia estadounidense, lo que constituye otro factor importante que los profesionales del marketing deben tener en cuenta a la hora de hacer crecer sus negocios y llegar a nuevos clientes. En menos de 20 años (desde 1995), el número de hogares afroamericanos con televisión ha aumentado casi un 40%, y el de hogares hispanos con televisión se ha duplicado con creces.
