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Actuar por impulso: muy pocas compras de libros infantiles son planificadas

Lectura de 2 minutos | Agosto de 2015

El año pasado, los consumidores estadounidenses compraron 226 millones de libros impresos para niños, con las mamás a la cabeza de las compras. Según Nielsen BookScan, las ventas de 2014 representan un aumento del 13% respecto a 2013. Y a pesar de las crecientes opciones de comercio electrónico, los consumidores compraron la mitad de los libros del año en tiendas físicas. Más de un tercio de los compradores adquirieron varios libros al mes, y la nueva investigación muestra que muy pocos planificaron realmente sus compras. ¿Qué significa esto? Los libros infantiles parecen entrar de lleno en la categoría de compras impulsivas.

Según la encuesta Children's Deep Dive de primavera/verano de 2015 de Nielsen, el 38 % de los padres se identifican como compradores frecuentes de libros para niños, definidos como una o dos compras de libros al mes, y otro 25 % compra cada dos meses. Sólo el 3% de los encuestados afirma que nunca compra por impulso; en otras palabras, viendo todos los libros que compran para sus hijos, casi ninguno diría que nunca compra un libro por impulso. Más de la mitad (53%) de los padres encuestados estima que la mitad de sus compras de libros son impulsivas, y otro 26% afirma que la mayoría de sus compras de libros son impulsivas.

Los consumidores hispanos (aculturados, de habla inglesa), que son más propensos que la población general en su conjunto a comprar libros para niños, también son más propensos a ser compradores frecuentes de libros para sus hijos. El 47% de los encuestados hispanos aculturados afirma comprar libros para sus hijos entre una y dos veces al mes, y el 15% afirma comprar libros para niños hasta una vez a la semana, en comparación con el 10% de la población general. Sin embargo, también son más propensos a comprar por impulso: el 32%, frente al 26% de la población general.

Del mismo modo, más del 60% de los padres encuestados no investiga sobre los libros infantiles antes de comprarlos, aunque el 29% sí lo hace en Internet. ¿Qué es lo que impulsa la mayoría de las compras? En la mayoría de los casos, los padres compran simplemente porque su hijo se lo ha pedido. Esto es especialmente cierto en el caso de los padres de niños de 7 a 12 años. Este grupo también citó las opiniones de familiares y amigos como un factor importante. Para los padres de niños menores de 7 años, el precio, las ilustraciones y el embalaje desempeñan un papel importante en las decisiones de compra.

¿Qué significa esto para los editores? Las nuevas estrategias de comercialización de libros tanto en las tiendas como en Internet, el contacto directo con los responsables de la toma de decisiones y el marketing multicultural deben evaluarse teniendo en cuenta tanto al lector como al comprador.

La Cumbre del Libro Infantil de Nielsen, que se celebrará el 16 de septiembre, profundizará en estas áreas y se centrará en quiénes son los clientes, qué les gusta y cómo captarlos.

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