A pesar de la creciente variedad de contenidos disponibles para los consumidores, pocos pueden rivalizar con la influencia de los deportes en directo, como lo demuestra el auge de la audiencia de la NFL esta temporada, que culmina con la Super Bowl LVI el 13 de febrero de 2022. Y aunque los consumidores llevan décadas viendo el fútbol americano profesional en la televisión, la conectividad está desempeñando un papel cada vez más importante en la forma en que lo ven hoy en día, ya que el 28 % de todos los hogares con televisión en Estados Unidos utilizan ahora conexiones de banda ancha para ver la televisión.
Los hogares que solo disponen de banda ancha (BBO) representan el tipo predominante de cord cutters, es decir, hogares que reciben su programación de televisión sin acceso a los servicios tradicionales de cable o satélite (el otro tipo utiliza una antena física, normalmente digital, para acceder a la programación). En total, el 44 % de los hogares han abandonado la televisión por cable o nunca han tenido servicios tradicionales de cable o satélite (cord nevers). Hace cinco años, el 81 % de los hogares con televisión en Estados Unidos accedían a los contenidos televisivos a través de decodificadores tradicionales de cable o satélite.
Si bien este cambio es un claro indicador de cómo los estadounidenses están modificando sus hábitos de consumo de contenidos, los hogares BBO están liderando la tendencia en lo que respecta a los deportes, especialmente durante las eliminatorias de la NFL de este año. De hecho, los espectadores de entre 25 y 54 años en hogares BBO en los mercados LPM+PPM representaron entre el 17 % y el 18 % de la audiencia televisiva de los partidos de eliminatorias divisionales del 22 y 23 de enero. Una semana después, en la final de conferencia, esa cifra fue de poco menos del 20 %. En comparación, entre el 6 y el 23 de enero, los espectadores de entre 25 y 54 años de los hogares BBO representaron aproximadamente el 10 % de la programación no deportiva de las tres cadenas que retransmitieron las eliminatorias divisionales y de conferencia. Pero los hogares BBO están interesados en algo más que el fútbol americano profesional. El año pasado, por ejemplo, las personas de entre 25 y 54 años de los hogares BBO representaron el 11 % de todos los minutos de visionado de los Juegos Olímpicos en la NBC.
Además de destacar la importancia de la programación deportiva para los hogares con BBO, los datos también ilustran cómo los hogares con BBO utilizan su conectividad para mucho más que simplemente ver películas en streaming desde servicios como Netflix, Hulu y Amazon Prime Video. Es cierto que la conectividad ha impulsado un crecimiento masivo del contenido que los estadounidenses ven en streaming, especialmente durante la pandemia, pero el uso de la banda ancha ya estaba creciendo entre los hogares estadounidenses mucho antes de que comenzaran los confinamientos provocados por la COVID. Y ese crecimiento se está acelerando.
En enero de 2022, más del 83 % de los hogares estadounidenses tenían al menos un dispositivo conectado a la televisión, lo que supone un aumento de 10 puntos porcentuales con respecto a enero de 2020 (74 %). Y aunque el aumento de la penetración de los dispositivos conectados a la televisión también ha fomentado el crecimiento de los hogares con solo banda ancha (BBO) en EE. UU., que ahora representan el 28 % de todos los hogares con televisión, la penetración en algunos mercados es superior al 36 %. Es importante destacar que la BBO no solo destaca en las principales áreas de mercado (DMA) con sede en las grandes ciudades. De hecho, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) ha anunciado recientemente una nueva financiación de hasta 1200 millones de dólares a través del Fondo de Oportunidades Digitales Rurales para ampliar el acceso a la banda ancha en 32 estados. Gracias a esta financiación, 23 proveedores llevarán el servicio de banda ancha a más de un millón de localidades.
Aunque el anuncio de la FCC se refiere a inversiones futuras, ya podemos ver el impacto de la conectividad de banda ancha en mercados notablemente más pequeños que las grandes ciudades como Los Ángeles, Nueva York y Chicago. De hecho, cuando observamos la audiencia de los partidos divisionales y de playoff del campeonato, las principales áreas metropolitanas en cuanto a audiencia de BBO son notablemente más rurales que Nueva York y Los Ángeles.
En medio de una creciente variedad de opciones multimedia, Internet de banda ancha se ha consolidado como un medio para acceder a una gran variedad de contenidos de vídeo, no solo a la programación de los servicios de streaming. De hecho, los hogares con televisión que reciben su programación a través de conexiones de banda ancha superan ahora en número a los que reciben su programación a través de antenas terrestres (hogares que solo reciben emisiones). La programación deportiva siempre ha sido uno de los principales motores de la televisión programada, pero el enorme interés que despiertan los contenidos deportivos sugiere que incluso los hogares que suelen consumir contenidos según su propio horario verán la programación programada cuando se trate de los programas que les interesan.
