Ahora que termina el Mes de la Historia de la Mujer, me acuerdo del tema del Día Internacional de la Mujer de este año: #ChoosetoChallenge. Un tema muy apropiado para el momento en que vivimos. Las mujeres de todo el mundo se están llevando la peor parte de la pandemia del COVID-19. Incluso la ONU ha advertido de sus efectos adversos. Incluso la ONU ha advertido de su impacto adverso en la equidad de género. Sin embargo, las mujeres se han puesto a la altura del desafío, siguen rompiendo el techo de cristal y se adueñan de un sitio en la mesa. A principios de 2020, Fortune anunció que hay más mujeres que nunca al frente de las empresas de Fortune 500: 37 de los 500 directores generales son mujeres. Según Lean-In, hoy en día el 21% de los líderes de la C-suite son mujeres, pero solo el 1% son mujeres negras. Es un verdadero privilegio poder desafiar, y empecé a preguntarme qué hace falta para tener ese privilegio, para que te valoren por lo que eres y por lo que puedes hacer para marcar la diferencia.
Como responsable de diversidad, equidad e inclusión de Nielsen, puedo cuestionar el statu quo, hacer preguntas incómodas y allanar el camino para el cambio. Pero para muchas mujeres trabajadoras, llegar a un puesto como el mío parece más bien una quimera. Aunque DE&I se ha convertido en la última palabra de moda en el mundo empresarial, las empresas con más éxito tienen un denominador común: un CEO o líder apasionado por infundir DE&I en toda la empresa y que actúa para impulsar el cambio. Nielsen cuenta con nuestro CEO, David Kenny, que hasta hace poco desempeñaba el doble papel de CEO y CDO para poder actuar con rapidez y mejorar la representación. Encuentre personas que compartan su pasión y que confíen en usted y le autoricen a hacer lo que es correcto para la empresa.
Cuando llegué por primera vez a Nielsen a finales de 2019, participé en una gira de escucha y escuché a muchos empleados diversos, incluidas mujeres, que sentían que habían sido pasados por alto para promociones y que no tenían defensores porque había pocos líderes sénior que fueran como ellos. A menudo eran mujeres negras como yo, que me decían que las veían como "la mujer negra enfadada" y se sentían estancadas: si no hablaban, nada cambiaba, y si lo hacían, eran estereotipadas. Yo también lo he experimentado a lo largo de mi carrera, pero he aprendido que hay una forma correcta y otra incorrecta de alzar la voz. Es fundamental encontrar aliados y entablar relaciones. Los mentores que tienen un sitio en la mesa pueden ayudar a defenderte cuando se trata de conseguir tu próxima gran oportunidad. Al principio de mi carrera, elegí a propósito a un entrenador ejecutivo blanco que pudiera compartir su punto de vista y desafiarme. Aprendí cómo me veía y cómo utilizar mi fuerza para atraer a la gente en lugar de repelerla. Busca un mentor que no sea como tú.
Otro aspecto de optar por el desafío es tener el valor de desafiar. Por eso he hecho del DE&I el trabajo de mi vida. Debemos tener el valor de presentar cosas que la gente no sabe para ayudarles a ver las cosas de otra manera. Aunque programas como la formación para acabar con los prejuicios son importantes, no se puede formar a la gente para que cambie de opinión. Lo que tiene más impacto es crear experiencias y mantener conversaciones directas con la gente para que piensen de forma diferente sobre un tema o grupo concreto. Hace poco escuché a varios empleados blancos que cuestionaban nuestro uso del "privilegio blanco", diciendo que ellos también habían tenido que luchar para salir adelante o trabajar duro para llegar a donde están. Hizo falta una conversación directa y valor para compartir mis experiencias personales de discriminación como persona negra para ayudarles a entender. Fue una conversación, pero cambiarás la vida de alguien y lo multiplicarán cuando compartan esa historia con otros.
Cambiar la percepción de la gente en una gran organización mundial va a llevar tiempo. Estoy en un momento en el que me encuentro en una posición privilegiada y puedo optar por desafiar la discriminación, influir directamente en la vida de miles de empleados y dar un impulso a los grupos infrarrepresentados. Ser Directora de Diversidad de Nielsen es el lugar perfecto para mí en este momento.
