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¿Cómo pueden los datos impulsar la toma de decisiones en el ámbito de la responsabilidad empresarial?

Lectura de 4 minutos | Agosto de 2016
Crystal Barnes
Crystal Barnes
Vicepresidenta de Responsabilidad Social Corporativa

Cada acción es un punto de datos. Y en un mundo en el que puedes hacer prácticamente cualquier cosa desde tu smartphone, estamos creando y cultivando constantemente una sociedad cada vez más impulsada por los datos. Hoy en día, se puede hacer un seguimiento de todo, desde los pasos diarios hasta las visualizaciones del perfil, mientras que las marcas pueden medirlo todo, desde los clics en las páginas hasta las compras.

Con todo este ruido compitiendo constantemente por nuestra atención, ¿cómo separamos lo que es importante de todo lo demás?

En Nielsen, llevamos casi cien años centrados en aprovechar los datos de los consumidores para crear información práctica para nuestros clientes. Nuestro programa de responsabilidad corporativa (RC) se construyó sobre este legado de uso de datos para impulsar la toma de decisiones. Desde 2010, nuestro enfoque ha pasado de implicar a los empleados a través de programas de voluntariado a supervisar las cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG) que más importan a nuestros grupos de interés y a nuestra empresa. Para ello, capacitamos a nuestros empleados para que diseñen y apliquen los programas y políticas que hacen avanzar a nuestra empresa y repercuten en las comunidades en las que operamos.

Clientes, inversores, empleados y el público en general se centran cada vez más en las cuestiones de responsabilidad corporativa que más importan. Reconocer la intersección única de las preocupaciones de la industria y las competencias básicas de una empresa conduce a una comprensión más completa de lo que es más importante para una empresa y sus grupos de interés. Para Nielsen, estas cuestiones materiales incluyen áreas como la privacidad y la seguridad de los datos, las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la energía y los viajes, la responsabilidad de la cadena de suministro y la experiencia de nuestros empleados.

Tener un conocimiento fundamental de las cuestiones más importantes desbloquea el potencial para impulsar oportunidades de negocio y crear valor compartido para su organización. Al igual que muchas empresas, hemos tomado la decisión consciente de ampliar el alcance de la responsabilidad corporativa, que ha pasado de ser un "detalle" a convertirse en un factor clave de nuestra viabilidad a largo plazo. Nuestro equipo de RC actúa como socio empresarial clave para varios grupos de nuestra empresa, como recursos humanos, gestión de proveedores, relaciones con los inversores y sostenibilidad medioambiental. Para ayudar a gestionar estas diversas necesidades, hemos desarrollado una amplia red de líderes en toda la empresa centrada en la colaboración para garantizar que pensamos y actuamos de forma responsable y sostenible en todo lo que hacemos.

Con esta misión en mente, los datos nos brindan una oportunidad única para centrarnos en medir lo que importa, y hacerlo a través del prisma de la longevidad y la colaboración. Internamente, esto significa mirar al espejo de nuestras propias prácticas, haciendo hincapié en la necesidad de una mejora continua y una mayor transparencia. Pero no nos limitamos a preguntarnos a nosotros mismos. Queremos saber qué datos son más importantes para nuestros clientes y comunidades con el fin de abordar colectivamente los retos sociales. En nuestro primer Informe de Responsabilidad Global de Nielsen, reconocemos que medir lo que importa no sólo es clave para la propuesta de valor de nuestro negocio, sino que también es esencial para saber cómo podemos mejorar nuestro propio rendimiento. Es nuestra creencia fundamental como empresa: que la transparencia y la medición crean valor.

Cuando nos propusimos elaborar este primer informe, alineado con las normas G4 de la Global Reporting Initiative (GRI), sabíamos que los datos que teníamos sobre nuestros propios programas y operaciones podían desbloquear nuevas oportunidades: reducir las emisiones y el uso de energía en los centros de datos; utilizar el poder de la analítica para mejorar el desarrollo continuo del talento, la retención y los esfuerzos de contratación; e instituir requisitos ASG para los principales proveedores. Trabajar juntos para recopilar y analizar nuestros datos creó oportunidades para mejorar los programas existentes y poner en marcha otros nuevos.

No sólo hemos sido capaces de responder mejor a las preocupaciones de nuestros grupos de interés, sino que también podemos desenterrar nuevas oportunidades que antes no se tenían en cuenta. Evolucionar y responder a las fuerzas del futuro no es opcional. Con el fin de crear valor para nuestros grupos de interés hoy, los datos son un motor clave para identificar áreas de mejora, medir nuestro progreso y aumentar nuestra capacidad para mantenernos ágiles y hacer más. Reconocemos que no se trata de un proceso lineal y que no lo conseguiremos solos; tampoco lo haremos todo en 2016. Con los objetivos a largo plazo en el punto de mira, es fundamental crear hoy una estructura general que permita el éxito mañana.

Nielsen no está sola en estos esfuerzos. El Government & Accountability Institute ha observado un aumento de los informes de sostenibilidad, que han pasado del 20% de las empresas en 2011 al 81% en 2015. Aunque el argumento empresarial a favor de la sostenibilidad es cada vez más fácil de vender, los inversores, clientes y empleados quieren más de esos informes de sostenibilidad que hace un par de años, sobre todo información más clara y concisa sobre cómo y por qué su empresa aporta un valor real a largo plazo como inversión, proveedor y empleador.

Los datos como parte fundamental de nuestra estrategia de sostenibilidad están aquí para quedarse, ya sean los datos y la experiencia que proporcionamos a las organizaciones sin ánimo de lucro a través de Nielsen Cares con voluntariado basado en habilidades y donaciones en especie, o la recopilación y el análisis de nuestros propios datos para ayudarnos a tomar decisiones mejores y más informadas sobre cómo operar nuestra empresa de manera más responsable y sostenible. La cuestión para empresas como la nuestra no es si medimos nuestros esfuerzos, sino cómo medimos lo que más importa a nuestros grupos de interés y a las comunidades a las que servimos.

Este artículo apareció originalmente en TriplePundit. Crystal Barnes es vicepresidenta de responsabilidad social corporativa de Nielsen.